domingo, 27 de diciembre de 2020
Carta a los reyes
sábado, 3 de octubre de 2020
Vídeo cuento Un formiguer
sábado, 5 de septiembre de 2020
CANAL DE YOUTUBE
He preparado un canal en esta plataforma de vídeo en el que iré publicando algunos de los trabajos realizados en este campo. Por el momento he colgado algunos vídeos de prueba.
Mi intención principal es hacer algún video-cuento de los libros que tengo hechos y con el tiempo otros que he empezado. Quién sabe si habrá algo más.
La idea principal parte de los cuentos infantiles. Aunque me gusta dibujar y ya tengo algunos cuentos acabados, me queda mucho, mucho camino por recorrer: Aprender a utilizar programas de edición de vídeo, de grabación de audio, de animación… pero aprovechando algo del material del que ya dispongo, para empezar, crearé algunos trabajos más sencillos y si me engancha como espero, trataré de elaborar algo más complejo que se convierta en nuevos retos que superar.
Ahora arranco con ilusión y ganas de estrenarme en el mundo audiovisual, del que espero algunas colaboraciones para poder materializar estos vídeos.
El enlace para acceder es: https://bit.ly/2Dx08Vv" target="_blank">, que también he ido poniendo entre algunos de los iconos de acceso a las redes sociales que aparecen en mis bitácoras.
viernes, 7 de agosto de 2020
DE REFORMAS
Actualmente, sin prisas, estoy reformando todas las bitácoras, por el momento en especial las ubicaciones de las imágenes, dados los cambios a los que me obliga Google Sites, por lo que es posible que sus contenidos no se muestren adecuadamente.
Paciencia y disculpen las molestias.
lunes, 1 de junio de 2020
TALLER DE EMPLEO
Enlace:
martes, 5 de mayo de 2020
EL CUENTO DE LA CACA
jueves, 2 de abril de 2020
HUMILDE, SERVICIAL Y TRABAJADOR
viernes, 27 de marzo de 2020
INSOMNIO
Ha habido temporadas que he atravesado situaciones similares, no de reclusión, sino de insomnio, especialmente si me he dedicado a escribir algún libro que me ha enganchado. Así, he llegado a estar algo más de un mes durmiendo solo entre tres y cuatro horas al día, escribiendo frenéticamente, a cualquier hora del día y en cualquier lugar.
En estas etapas, he mantenido una extraordinaria actividad física y mental día y noche, sin percibir fatiga alguna, como si estuviese bajo los efectos de una poderosa sustancia energizante. Pero una vez concluida esa agotadora y apasionante tarea de escritura, me llega un tremendo bajón. Suelo perder peso; las defensas se desploman y me llego a resfriar. Calentura, fatiga, tos y todas esas cosas en apariencia insignificantes y que ahora parecen preocupar de verdad a las personas.
En esta situación de cuarentena es algo diferente. Me está costando escribir. Por el momento no estoy enganchado a esa novela que hace años que tengo entre manos. Con esta reclusión forzosa, aunque sigo trabajando y saliendo de casa por ello, podría dedicar más tiempo a escribir con tranquilidad; podría descansar… Pero no lo soporto. Me corroe la inactividad pese a cierto temor a contagiarme o contagiar cualquier cosa que pudiese pasar desapercibida y que a su vez resultara ser mortal para otras personas. Lo único que me apetece de verdad es pasarme el día encerrado con mi mujer y comerle el co… como si no hubiese mañana. Bueno, cosas del fin del mundo y eso, pero con el colecho, los niños todo el día en casa, la fatiga, el desinterés o los turnos de trabajo… ¡Misión imposible! Así que este es otro ingrediente más que contribuye a turbar mis sueños.
Busco la manera de reengancharme a la escritura de esta novela cuyo plazo de concurso se aproxima y que ha supuesto un reto personal en numerosas ocasiones. Pero ahora me falta esa pasión, esa chispa que he tenido en otras ocasiones. Tengo muchas ideas al respecto, diferentes versiones y situaciones interesantes, pero me está costando encauzarla, atraparme, encontrar esa óptica adictiva que me haga escribir y disfrutar como un poseso. Y mientras, veo pasar las horas de la cuarentena.