domingo, 21 de julio de 2013

DIFICULTADES PARA SER ESCRITOR


  1. Poca constancia: Esta meta requiere esfuerzo constante y que no decaiga el ánimo. Es necesario dedicar tiempo para leer escribir y leer muy a menudo, prácticamente a diario. Quizá también es necesario hacer repetidas publicaciones propias donde sea necesario con tal de abrirse un poco de camino entre los lectores y también en el mundo editorial. Esto puede trabajarse, pero es necesario tener presente que ello requiere mucho esfuerzo.
  2. Desmotivación: hay momentos en que las ganas de escribir pueden desfallecer, bien por circunstancias personales o por malas experiencias relacionadas con la escritura o por no alcanzar las metas propuestas. Es necesario aprender a superar esta dificultad, quizá teniendo que recurrir a algún pilar que levante el ánimo o me empuje a continuar.
  3. Falta de inspiración: Enfrentarse a la página en blanco es algo que ya creo tener superado, pero puede haber momentos en que falten ideas para escribir o no vea cómo ni por dónde continuar una historia. A veces las ideas también hay que atraparlas al vuelo, escribiéndolas en el momento para no olvidarlas y dándoles forma más tarde. La inspiración tal vez es algo que “viene y va”, pero como todo, creo que también se puede ejercitar y más si dedicamos momentos específicos para pararnos a pensar y observar el mundo.
  4. Que nadie lea lo que escribo: no hay escritor sin lector. Si escribo y publico mis escritos en cualquier pequeño medio como un blog, una revista o un periódico y estos no se leen, tal vez haya fracasado como escritor y sea necesario replantearse un nuevo camino literario o una imagen que me haga deseable o al menos interesante para ser leído. Esto no puede ser controlado en tanto no conozca al lector y sepa cuales son sus intereses. Estos intereses del lector pueden estar formados por inquietudes y gustos personales, pero también pueden ser influenciados por modas o publicidad de otros escritores más destacables.
  5. Que nadie me conozca para interesarse por lo que escribo: si quiero llegar a ser escritor, haciendo algo más que autoeditar, es necesario ganarse a un grupo creciente de lectores a los que hay que satisfacer sus expectativas, necesidades o intereses. Si este grupo crece y tiene movimiento y cierta repercusión, hay más posibilidades de que una editorial se interese por lo que escribo.
  6. Pereza: Dedicar tiempo diario para escribir, como ya se ha reflejado, requiere motivación, constancia y dedicación. Pero pueden abundar los momentos en los que literalmente no hay ganas de hacer nada, y mucho menos escribir. Además, de este oficio sin horarios, sin plazos de entrega, sin pedidos que finalizar, sin un jefe o un supervisor vigilando lo que haces, requiere de mucho empuje personal. Es necesario dar con un impulso que combata esos momentos de pereza. Esta no me parece tarea fácil.
  7. Sueño: el horario de trabajo, las responsabilidades y obligaciones personales o familiares y la actividad física de la vida diaria... pueden provocar cansancio o que no quede mucho tiempo material que dedicar para escribir si no lo quitamos de algún lado. Por mi parte, sólo puedo disponer de ese tiempo cuando mi familia duerme, o bien durante la siesta o tarde por la noche después de que se hayan acostado o bien temprano por la mañana cuando aún no se han levantado, y eso sí, siempre que yo no esté especialmente cansado.
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miércoles, 10 de julio de 2013

QUÉ NECESITO PARA SER ESCRITOR


A veces puede resultar frecuente que nos planteemos algunas metas sin tener demasiado claros los pasos a seguir. Partiendo de que yo pueda disponer de cierta habilidad a la hora de escribir, aunque esta también puede ser mejorable con el ejercicio de la misma o consejos de personas con más experiencia en el sector, será necesario destacar algunos elementos necesarios para alcanzar esta meta, como son:
  • Constancia: el camino es largo, la competencia mucha y las fuerzas o las ganas pueden flaquear
  • Escribir todos los días: ejercitar la mente, crear hábito, alimentar las ideas, dar forma a los textos creados
  • Darme a conocer: escribir en prensa, blogs, colaborar en otras publicaciones, participar en concursos
  • Inspiración: atrapar las ideas que salen al vuelo y alimentarlas para darles forma
  • Tema del que escribir: siempre es necesario algo de lo que quiera escribir, que me guste, que me motive, tal vez definiendo también previamente el objetivo que quiero conseguir en el lector
  • Conocimientos del tema a tratar: si en algún tema o materia que pueda resultar de interés de la sociedad actual, o para una de mis historias no me manejo bien, siempre será necesario recabar información antes de ponerme a opinar y escribir sin saber
  • Motivación: es uno de los pilares fundamentales que ha de moverme a escribir: las ganas de hacerlo. Aunque yo pueda motivarme a mi mismo, ayudan las valoraciones, peticiones, opiniones de los lectores, la compra de mis libros o el seguimiento de mis bitácoras
  • Lectores: No hay escritor sin lector. No tiene sentido escribir si no hay gente que lea. El lector es otro de los pilares fundamentales que merece el mayor respeto en el oficio de escritor. Se ha de tener muy en cuenta; ha de ser cuidado, mimado y pensando en que son tiempos difíciles, también se ha de tener en cuenta la economía de su bolsillo
  • Temas que interesan a los lectores: ¿Qué buscan realmente los lectores? ¿Lo que ellos buscan o lo que otros les dicen que es destacable, que está de moda o que ha de interesar? Por mi parte prefiero pensar que todos tenemos criterio propio y nadie se deja influir por modas, tendencias, presiones o publicidad. Así, la gente buscará entre las letras entretenimiento, humor, compartir sentimientos y vivencias sabiendo que otros también las comparten, también puede buscar otros puntos de vista o posibles alternativas para resolver los problemas de la vida diaria
  • Valoraciones de los lectores: para tener más clara la dirección a seguir, es necesario contar con opiniones de la gente que lee cuanto escribo
  • Observar la realidad de las personas: para mi las personas son el tema central de mis escritos: sus inquietudes, sus problemas, sus sentimientos, sus necesidades, sus preocupaciones, su bienestar, la convivencia con otras personas serán elementos qu abundan en mis escritos
  • Conocer y tratar con gente: vivir y compartir experiencias con otras personas siempre alimentará la escritura . Me proporcionará temas de que escribir y todos los ingredientes para crear historias, tramas y personajes
  • Conocer las preocupaciones y problemas de las personas: si busco aportarles esperanza, un rayo de luz, humor, momentos de agradable esparcimiento de lectura... es necesario conocer bien a un tipo de lector actual que busca todo esto entre las letras
  • Apoyo: contar con alguien que me anime a escribir, que me ayude en las tareas de escritor, que me empuje cuando decaen el ánimo o las ganas ayudará para alcanzar el sueño de ser escritor
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lunes, 1 de julio de 2013

EL OFICIO DE ESCRITOR


Un destacado periodista y escritor canario escribía en uno de sus libros que el oficio de escritor es el que mayor competencia tiene. “A los médicos sólo les hacen la competencia los médicos vivos de la ciudad en que viven. Igual ocurre con los abogados, los ingenieros o los peritos agrónomos. Pero a un escritor le hacen competencia todos los escritores de su país. Y todos los muertos, puesto que yo, entre editar a Unamuno o editarte a ti, prefiero a Unamuno. Y los extranjeros, cuyos libros vienen precedidos de una cierta fama. E incluso los miles de aficionados a los que les gustaría ver publicado su libro aunque tuvieran que pagar por ello.[…] Si frente a semejante competencia desleal sueñas con que te editen y además te paguen lo suficiente como para vivir, es que estás loco. Tus posibilidades son de una entre diez millones.
Teniendo bien claro esto, yo no dudo en aventurarme hacia esta meta, indistintamente cualquiera que sea el resultado. Me gusta leer. Me gusta escribir. Disfruto con ello. Tal vez aún poca gente me conozca porque no le dedique el empeño suficiente, o tampoco me presento a muchos concursos literarios, ni aporreo la puerta de las editoriales, pero escribo prácticamente todos los días, y más en los últimos años. O bien por la mañana o por la noche, o incluso en ambos casos. Cuando me lo he propuesto, también he llegado a escribir una novela en dos meses, con un trabajo del que me siento especialmente orgulloso, porque nunca había disfrutado tanto escribiendo y veo un buen resultado.
No me desanimé cuando en repetidas ocasiones fueron otros los galardonados en los  concursos a los que me presentaba, ni cuando un escritor que impartía un curso de escritura creativa al que había asistido, con muy poco tacto, echó por tierra uno de mis escritos. Era joven, y dado mi carácter introvertido, sensible y tímido, aquello posiblemente me habría llevado a abandonar una afición que en aquella época era muy reciente. Curiosamente, poco después, aquel mismo escrito ganó un concurso literario. También me ha gustado experimentar la emoción ante una entrega de premios, pensando que podía ser yo el afortunado. Estaba muy nervioso y pienso que mucho más lo habría estado en caso de haber sido el elegido por el jurado. Haber perdido en varias ocasiones, me ha llevado no sólo a revisar y mejorar mis escritos, sino a escribir obras totalmente nuevas.
Quizá, el oficio de escritor también tiene bastante de solitario, de encerrarse en un lugar tranquilo y concentrarse en lo que se quiere escribir y transmitir, esperando además, que pueda gustar e interesar a alguien. Esta tarea necesita de mucha introspección, imaginación y observación, que es algo que has de tener, que nadie te puede dar. Muchas habilidades se pueden aprender, pero en algunas de ellas, también ha de haber una predisposición, aptitud o habilidad natural. Siendo humilde, yo creo reunir al menos algo de todas estas cualidades.
Como he dicho antes, me gusta escribir. Me sirve para ejercitar mi mente, para expresar mis sentimientos, para recordar vivencias que quedarían en el olvido de mi despistada memoria. Pero también me gusta escribir porque leer es una forma de aprender, de conocer el mundo, de alimentar la imaginación, de escapar de cuanto nos rodea durante los mágicos instantes de la lectura. Me gusta escribir para reflexionar, para ordenar las ideas que saldrían atropelladamente si quisiera hablar para contar algo. Pero sobre todo, me gusta escribir porque pienso que puedo transmitir vivencias, pensamientos e ideas que también hagan reflexionar a otras personas; que les hagan cuestionarse muchas cosas que en ocasiones nos llevan hacia la infelicidad, hacia el egoísmo, la intolerancia, el miedo o el desprecio.
Y así, en el hilo de una novela realista, porque por el momento no me interesa escribir ficción, lanzo estas pequeñas semillas que permitan a los lectores cuestionarse este mundo que hemos creado, en el que vivimos, realmente sin acabar de saber convivir bien entre todos y dentro de este mismo planeta que tampoco sabemos mimar y cuidar.

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