jueves, 15 de diciembre de 2022

Concurso de emprendimiento

Ayer hice una exposición del proyecto SnailWork ante el tribunal de un concurso al que me presenté.

Sé que la oratoria no és uno de mis fuertes y menos aún la venta o la transmisión de la idea con ciertos fines comerciales y de un modo formal ante un grupo de personas como aquel. Así, puedo decir que mi presentación fue poco brillante, por no decir deprimente o deplorable. Quise grabarla para ver mi desempeño y errores, pero entre nervios y el retraso de la misma, se me pasó darle al botón de grabar.

Pero bueno. He de indicar que aunque me presenté al concurso con ilusión por ver si de algún modo conseguía cierto tipo de empuje motivador o al menos una pizca de reconocimiento de la idea para poder presentarla más abiertamente al público, los días previos se me fue atragantando el interés en el encuentro, sumado con otro proyecto cuyo plazo de entrega final coincidía con este y problemas familiares.

Que si el storytelling, que si un guión, que si prepararse y leerse bien la memoria del proyecto, que si proyectar una presentación atractiva de respaldo, que si mirar directamente a los interlocutores...

Al final, la puntualidad brilló por su ausencia, y mi deebut llegó con una hora y veinte minutos de retraso. Aunque recurrí a una guía de mi exposición para abordar los detalles del proyecto, que me llevó a tener que consultarla varias veces, pude apreciar como el interés de algunos de los miembros del jurado quedaba más pendiente de sus móviles o de si el mío, que lo había dispuesto para grabar, se había apagado.

Este desinterés que percibí se tradujo en un comentario que hice sobre no pretender enrollarme más y querer terminar cuanto antes, dando por sentado que habían leído la memoria presentada.

Solo hubo una pregunta y es si quien publicase un videocurrículum en la plataforma debía pagar por ello. Si este fue el único mensaje que llegó, refuerza más la idea de mi mala presentación, o quizá que no se molestaron en leer la documentación previamente presentada.

Al final, todo se redujo a cómo obtener ingresos. En la memoria del proyecto reseñé una cartera suficientemente amplia de monetización y parece que solo surgió esta idea.

Dado que llevo mucho tiempo dándole vueltas a la parte teórica y cuantas aportaciones se han hecho por el camino, empiezo a notar cierto aburrimiento por mi parte.

Necesito empezar a materializar la idea, porque pienso que se entienden mejor los hechos que las palabras. Y aunque yo tenga muy claro lo que pretendo llevar a cabo y su potencial, solo soy capaz de hacer que lo entiendan el común de los mortales que han ido indicando que es un proyecto necesario e interesante.

Espero que la constancia, la ilusión y el disfrute en lo que quiero hacer no decaigan, para no parecer un "loco" eternamente persiguiendo una quimera.

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